27 marzo 2007

La Vieja Tronca en Fredes (Marzo'07)

Viernes 23
A las 17:00 me llama Alfonbrillas "Ya estoy aquí, no me he perdido". Correto, cambio de coche, distribución de enseres en el Picachu "¿Tú crees que cabrá otra bici aquí, Salinas?", comidica "patolfinde" en el comedero de los gatos (qué mal acostumbrados los tengo, animalicos) y tomamos caminico Alcañiz donde nos espera Santurriales. Bocatadillo jamonero, redistribución de enseres en el Picachu "Jodo, aun cabría otra más. Eras, tu Picachu es más grande que el mio ¿no?" y metemos el turbo-boost con Fredes en el punto de mira.
A las 8:55 hacemos la entrada triunfal en Fredes. Todo el pueblo con las banderolas, matasuegras, confettis, la charanga, las chirliders buenorras con los pompones... debían estar hibernando. Incluso Luiçao, el Masturbón Petante, estaba medio frito cuando aparecimos en la casa rural. Allí no había más que viento, muchooooooo.
Poco a poco (poc a poc en catalá) van llegando el resto de merluzos que conformarán el núcleo duro de la Vieja Tronca para esta cita; Ricard y sus mariachis, los naburros (Tonifardo, Arturo Fdez., Cudeiro y Tulembas), el vascorro Titozolber y los catalinos (Pájaro Loco, K-rol y Frodo ). Una vez arrejuntaos nos endosamos la mitad de las existencias de cebada en líquido, enchuflamos una cachimba, los mariachis flipan viendo cómo nos partimos la caja con el Félix y su lirón careto y Lucía The Stone nos dice con un delicado vaivén que ya va siendo hora de mimir.

Sábado 24
8:15 corriendo al baño a echar el pestillo antes de que lo invadan los bárbaros. Desayuno desestructurado con un montón de zombies que pululan por el salón-cocina preparando sanviches, engullendo cereales en remojo y vestidos de faena (menos el egipcio Alfonbrillas que sigue de faraón). A las 10 los mariachis deciden que es buena hora para empezar la ruta. Nos hacemos la foto de rigor en el pilón y metemos platillo para empezar escalando un "falso llano" de kilómetro y medio hasta el inicio del Portell del Infierno. En este punto unos aprovechamos para sacar a relucir protecciones nuevas (qué majas las troili, cómodas, ligeras y molonas, todo en uno. Vamos, jaaaaa, que me las quitan de las maaaanos...), otros para joderle la válvula al compañero, otros para colocarse la cámara en el casco y el resto a verlas venir. Nos despedimos de K-rol y de Frodo que harán su ruta opcional y nos tiramos Portell p'abajo al grito viejotronqueño de YAHAAAAAAA!!!!!!!!!!! Vamos haciendo paradicas a lo largo de los 6km. de trialera rota y pedregosa para recomponer el grupo, dar tregua a los antebrazos y reparar los trescientos pinchazos del mariachi Alex.
Llegamos abajo, almorzamos unas barritas, le damos el primer sablazo a la bota del Ricard que por solidaridad con Alex decide pinchar en parado y empezamos a subiiiiiiirrrrrrrr. Al poco de comenzar a Cudeiro se le pierde el último tornillo del platillo lo que nos hace agudizar el ingenio (a unos más que a otros) para solventar tan maño asunto. Al final y con tres tornillos se soluciona la papeleta y se continúa el "subiendus ininterruptus" hasta la paradica de comer. Segundo lijazo a la bota del Ricard, bocatadillos p'al buche y a seguir p'arriba. A la hora mi estómago se empeña en gastar todas las fuerzas en digerir y me deja las piernas en estado catatónico. Esto coincide con mi primer (y único) pinchazo del fin de semana lo que acrecienta mi estado de bajona. A partir de este punto la ruta para mí deja de ser divertida casi hasta el final y pedaleo más por orgullo que por fuerzas. Gracias a Santurriales y a Ricard por esperarme en el primer repecho después del pinchazo porque os juro que me dejáis sólo y no me volvéis a ver. Una vez en el Collado pillamos una senduca (p'arriba = poco divertida para mi) bastante chula que se transformaría en otra senda ratonera entre árboles mucho más chula y llana (aunque siguiese siendo poco divertida, jejeje) que nos lleva hasta un refugio en el que los mariachis deciden abandonarnos para tirar hacia Fredes por pista. Las prisas les apremian y aun así Alex se despide regalándonos una de las cosas que mejor sabe hacer; pinchar.
Tras la paradinha en el refugio para repostar glucosa en todos sus formatos emprendemos senduca ratonera p'arriba que se va haciendo muy entretenida y chula para los que no van con el Fundi, esto es, para mi. Y así llegamos al comienzo de la última trialera del día que nos lleva prácticamente a Fredes. Nos calzamos las protecciones y mientras me voy enchuflando los velcros se me va pasando la pájara. Hay que ver lo que se aprende en La Clau, jejeje.
La segunda y última trialera del día se las trae; mucho pedrolo juguetón, algún cortadico trialerable, raíces asesinas, bojes que juegan al Tragabolas contigo, un par de repechos de dejarte reventao y un paso de piedra de saber colocar rueda o echar pie a tierra. El caso es que haciendo el cafre llegamos a Fredes a las 17,30 como de costumbre; con una sonrisa de esas de "joer la que acabamos de hacer, compañero". Gracias a esta última trialera logramos que el tiempo en movimiento supere al tiempo en parado por primera vez durante la ruta dejándolo en un fifty-fifty, y con una velocidad media total de 4,6km/h. A la llegada comprobamos que o a los mariachis les ha salido un bolo en Beceite o andan más perdidos que el bañador de un esquimal. Santurriales (aborigen, sherpa y aun así buen mozo) y Ricard se van a buscarlos por el monte y (creo que) los encuentran. Al final el Alex lleva otro buen pajarón, seguro que de darle al manubrio.
Cervecicas, ducha, más cervecicas y al restaurante a seguir con las cervecicas. Berenjenas con boletus y cordero para casi todos y nos marchamos dejando a la Colonia Europea sin reservas de leche condensada ni patxarán. Una vez en casa seguimos la fiestuqui. Mientras Tonifardo se empeña en dormirnos a base de música indescriptible Alfonbrillas y Ricard nos deleitan con un repertorio de chistazos dignos del Edufrutus más genuino (Ponmacannei, qué mal abanica el negro). Una lástima que Bartolo no prospere, la peña no puede ya ni aplaudir a estas alturas. Y a mimir a las tantas, para variar.

Domingo 25
Se repite lo de la mañana del sábado con la salvedad de que esta vez los zombies son más zombies y más feos si cabe. Eso parece un desfile del Delfín por aquello de los peinados y las ojeras.
A las 9,30 estamos en marcha. Frodo nos hace de liebre (que no de pataliebre) en las primeras rampas subiéndonos las pulsaciones al límite. Cómo se nota que el zagal está fresco de ayer. Después de una bajada por pista con viento racheado que obliga a darle a los pedales empezamos una ascensión por una senda que está de escándalo. Pasos técnicos, maceteros naturales, bojes tragaboleros... nos llevan a un mirador impresionante en territorio aragonés (YAHAAAAAAA!!!). Allí aprovechamos la pérdida de una válvula por parte de Arturo Fdez. para descansar y entonar diversos cánticos espirituales en honor y alabanzas a los organizadores de la fiesta, merecidos por cierto.
Retomamos la ruta con la garganta aterciopelada y el culo más fresco que el del mandril que se bañaba en agua helada. Seguimos subiendo esta vez por terreno más abrupto hasta que llega la primera trialera de bajada del día. Nos lleva hasta la ermita de San Miguel. Pasamos de pararnos a rezar aunque Ricard le pega a un salto de metro. este chico apunta maneras... De ahí seguimos trialera p'abajo. Cudeiro se empeña en emular a Clark Kent sin consecuencias graves. Una vez abajo tiramos por pista un ratico para retomar la trialera del día, la que nos llevará hasta el rio Pena. Una bajada laaaaaarga y orgásmica con pedrolos hasta donde no debería haberlos que van dejando los antebrazos (sobre todo los de Diesel de pegar y despegar velcros) p'al arrastre.
Una vez que llegamos al rio empezamos a remontar por el cauce. Así como el año pasado eso estaba con agüita ahora estaba más seco que los huevos del Ken. Aun así el paisaje sigue siendo impresionantemente bestial. Llegan los rampones y toca meter molinillo de nuevo y tirar p'arriba. Esta vez el Fundi no me visita (de momento) así que contento. Tomamos la senduca que sigue subiendo y tras pasar a los pieses de Punta Muleta y de descender un ratico toca comer. Bocatadillos al buche, leche condensada pa tol quisqui y Alfonbrillas (en ese momento rebautizado como Alfonbrices por su querencia al dulce y a las piedras) se queda sin vino, ohhhhhh...
Y de nuevo toca subidita para hacer la digestión como mandan los cánones de la Vieja Tronca, o sease, por los cojones. Rampas que se van dejando subir en buena compañía con paradinha en una chabola de los aborígenes del lugar que manejaban la piedra mejor que el Nacho Vidal (hay que ver cierto vídeo para entender este comentario pero como el autor del texto soy yo lo dejo tal cual), paradinha que aprovecha el Cudeiro para quitarse un gran peso de encima. Titozolber se come buena parte del pestillo por estar en el sitio equivocado y seguimos p'arriba hasta el Tozal de los Tres Reyes desde el cual pillamos un cortafuegos p'abajo que nos lleva de nuevo hasta el inicio de la última trialera que hicimos el sábado (ole, ole y ole). Y para qué voy a repetir todo otra vez...
A las 16:45 llegamos a Fredes sonriendo como lerdos. Montamos los bártulos en los coches, algunos se duchan con agua caliente (otros lo dejamos con gran pena para cuando lleguemos a casa. Prefiero oler mal en el coche y que se jodan Albonbrillas y Santurriales a morir por congelación), le damos un repaso a la casa para que se quede escoflada y tras las despedidas de rigor tiramos cada mochuelo a su oliver.
Ale, permanezcan atentos a sus pantallas.

17 marzo 2007

Mi primer DH

17 de Marzo 07
Para ser la víspera de mi primera competi he dormido como un lirón. Buena señal. Desayuno descender con Ito mientras Estif Pit levita por Güisler en la tele. Pillamos la bici, los bártulos, los metemos en el Picachu y nos vamos a Castro Urdiales. Me visto de torero, y nos vamos a hacer las inscripciones. Conforme nos acercamos la Heckler va cogiendo complejo de inferioridad frente a los maquinotes que hay por allí. Yo le doy palmaditas en el tubo horizontal y la calmo lo que puedo "Ya verás, lo vas a hacer muy bien", "Estas no tienen ni puta idea"... Llego a la fila y ahora el que me acojono soy yo. Toda la peña disfrazada de Caballero del Zodiaco, con unos aires que ni el Cedric Gracia. Y yo con mis rodilleras y mis coderas.
Llego a la mesa, pregunto por el forero-organizador falconemtb y lo tengo justo enfrente. Saludicos, risas nerviosas, dorsal 55 (buen número y mala rima), pillo bridas de sobra (que luego vienen bien para las rutas), bajo a buscar a Joxe que me va a dejar su peto y me marcho a la zona de remonte. Allí nos esperan una camioneta y dos furgonas que en un par de viajes nos llevarán hasta el punto de inicio. La peña se sube encima de la cabina de la camioneta, en la caja con las bicis, atando la bici con dos gomas al paragolpes trasero... muy niuguoldisorder.
Desde arriba el aspecto es acojonante. Allí sólo hay una estatua inmensa con un pedestal desde el cual hay que salir dando el primer salto del día. El resto es roca, roca y más roca. La gente ya se ha ido colocando por las zonas más comprometidas del circuito a la espera de los almondigazos (la plebe quiere espectáculo, sangre...) y Castro y su trocito de mar brillan abajo. Y como no hemos venido aquí a hacer turismo algo habrá que hacer ¿no? Pues venga, me casco el casco, me subo al pedestal y me cuento a mí mismo; cinco, cuatro, tres, tres, tres, tres (joer, a que me piño... Va, que seguro que no), dos, dos, (¿seguro? yo qué sé, acaba de contar de una puñetera vez que la peña espera) uno... Vuelo, roca, giro, roca, mini salto seguido de curva, mete la rueda entre esas dos, coño, otras dos... ¡frena que esto parece un salto tocho! Se puede trialear, bien hecho, "¡Vamos Eras!", ¿de quien era esa voz?, ya lo averiguaré más tarde que si no me voy a piñar, más piedras y curvas, zona más abrupta, pequeño llaneo y repecho p'arriba. Llevo más desarrollo del debido así que me levanto y lo subo bien (aquí meteré el palo en las mangas, bien...). Seguimos con las piedras, dos curvas con losas contraperaltadas, las cubiertas van de puta madre, giro brusco a izquierdas y comienza el bosque, la roca deja paso a la senda de tierra, "¡Dale Mamón!", a este lo conozco, es Ito, curvas entre eucaliptos, rampones p'abajo, mucha gente en las curvas que te anima, ¡ostia qué losa, casi me la meto! curva a derechas, llaneo, bache puñetero, curva a izquierda, última bajada y llegada a meta. Bufffff ¡Qué guapo!
Me llaman los uteberos.
- "¿Donde son las inscripciones? Estamos en el Polideportivo"
- "Tirad todo tieso p'arriba que os espero". Media hora más tarde aparecen. Montan las bicis, inscripciones (140, 141, 142, 143... jodo, cuanta peña se ha apuntado), corre a las furgos de remonte, p'arriba y ale, p'abajo de nuevo.
Talegazo en la losa del bosque sin consecuencias graves (manillar girado y tuneo de indumentaria tipo comando). Abajo decidimos que vista la hora que es lo mejor es tirar de nuestras dotes de endurero y subir a pata hasta la ermita así que tomamos un camino de cabras que habíamos visto antes y totieso. Esto nos permitió hacer un par de bajadicas más antes de ir a comer.
Comida "atodaostia" en el apartamento de Diego Adrenalínico mientras Jorge Gallego le da de tetar a su mini Estifpit. Vaya platazo de espaguetti con tomate. Creo que aun no lo he acabado de digerir.
Llegamos tarde para variar a la zona de remontes para disputar las dos mangas que componen lo que será la competición. De nuevo montados encima de la cabina del camión y p'arriba.
Mientras nos toca el turno me bajo un rato a una de las zonas complicadas a ver algún talegazo y, voilá, aparecen las patillas del Gaizka seguidas de él y de su chica Agua. La Ostia qué alegría, pareja. Empezamos a charlar allí hasta que baja un Utebero gritándome que me tocaba ya. "¡Mierda!" Corre para arriba, cáscate el casco a toda ostia, ponte en la fila y a verlas venir.
- "¡El cincuentaycinco (por el culo... qué ingenioso soy)!"
- "Estoy aquí"
- "Te toca en 30 segundos".
Dios, esto empieza en serio. Los corredores se amontonan en la salida, el público en las zonas más conflictivas, los huevos a la altura de la barbilla...
...5...
Bueno, ya no hay vuelta atrás. Mecagüen san pitopato, a quién se le ocurre meter un salto para comenzar. Como me piñe aquí esto va a ser un circo.
...4...
Tranquilo, ya has hecho esta bajada 3 veces, con tollinazo incluido. Mientras no te comas una piedra sobrevivirás.
...3...
Qué jodido tiene que ser escupir con el casco integral.
...2...
Si me viese el Tonifane...
...1...
Un besote al aire.
...0...
Allá vamos. Mierda, la cala no engancha, vuelo, caigo bien pero con la cala desenganchada, bajo, trialero, "¡Vamos Eras!", meto bien la rueda entre las rocas asesinas, derrapo lo justo, zona conflictiva y salgo airoso "¡Venga tio, vas muy bien!" (¿Me dice a mi? Si parezco un flan), llega la zona de llaneo con firme roto, por fin engancho la cala, meto desarrollo para afrontar el repecho, Repecho, pedaleo y... CRAAAAAACCCC ¿Qué ha pasado? Miro p'atrás y veo la cadena a 10 metros "¡Mierda! ¿Y ahora qué cojones hago?". Veo que bajan dos tios follaos, les dejo pasar. Un chavalín del público me dice "Puedes seguir bajando ¿no? A partir de aquí es cuesta abajo". "Coño, tienes razón". Meto la cadena en el bolsillo, subo el repecho corriendo y me lanzo para abajo sin pedalear. La puuuuta, voy lanzaooooo. Entro en el bosque, trazo por la derecha de la losa y veo que es mucho mejor que la otra opción, curva a derecha y llego al llano final. Y yo sin cadena. La música de la megafonía suena (estoy 10 metros por encima de la meta), el del micro grita:
- "¡Ahí llega otro! ¡Pero vamos, pedalea!"
- "Qué más quisiera yo" - pienso.
- "¡Venga, pedalea! ¡Que ya llegas!"
- "¡Que voy sin cadenaaaaaaa!" - Grito esta vez.
"Es verdad", le escucho decir a un par de crios a mi derecha cuando llego al puto báden. Meto la rueda delantera, doy una pedalada para salir pero como voy sin cadena me meto la ostia de la vergüenza. La Heckler encima mia. Me levanto, bajo la última cuesta y enfilo la línea de meta. El del micro grita:
- "¡Venga que ya estás! ¡Pedale.... ah, no. Que eres tú!"
Tiempo final 3:26 Penúltimo de momento ¿Qué ha hecho el último? ¿bajar de espaldas?
Las chicas del RedBull me dan una lata que me endiño en 3 segundos.
Consigo un troncha y David Nanobreaker me arregla la cadena en un pispas (Gracias, Nano). Bajo al coche, le doy un baño de aceite a la cadena y al cambio y subo a por el remonte. En el trayecto me encuentro con los de Utebo (1:55 de media, voy a tener que hacer -20 segundos en la última manga si quiero estar a su nivel). Risas, comentarios de la bajada, camioneta y p'arriba a acabar dignamente.
En la ermita un caos con el orden de salida; que si otra vez por orden de dorsal, que por el tiempo de la 1ª manga pero en orden inverso, que por los centímetros de perímetro craneal...
Al final salgo en 3ª posición, Iba por orden inverso al tiempo hecho en la primera manga. ¿Ole! ¡No era el penúltimo!.
Me preparo en la linea de salida.
...5...
Ya llevo la cala metida esta vez. Algo es algo.
...4...
Ya no se me ocurre qué más pensar. Pues pestañeo.
...3...
¿Seguro que llevo las calas enganchadas? A ver...
...2...
Si, las llevo. Bien.
...1...
Bueno, Alea jacta Est, que quiere decir "Tonto el último".
...0...
Esta vez todo sale perfecto. 2:05 en línea de meta. Me siento un rato en el HotSeat mientras me engullo dos latas de RedBull seguidas (gracias, guapas).
Me subo andando por el bosque y con Ito, Joxe, Gaizka y Agua me dedico a ver a los pros.
La competición para mí ha terminado... por hoy.
El mejor tiempo 1:28, joeeeeer...
Recogemos todo en el Picachu, autovía a Barakaldo, ducha merecida y a cenar un entrecot (qué culpa tendrá el buey).

08 marzo 2007

Dos Viejos Troncos tierras levantinas

Viernes 2 de Marzo
Núnca me había costado tan poco llegar desde Zaragoza hasta Elx ¿será porque era la primera vez que lo hacía? Siguiendo las directrices del Ayatollah me presenté puntual a la cita en el Aljub con el Picachu, la Heckler, el macuto y unas ganas enormes de pedalear después un mes dedicado íntegramente al esquí. Tras las cervezas de rigor con Jarvikitel, sus esposas y crios en una terracica y en manga corta (en marzo, puto cambio climático) nos fuimos a cenar a una pizzeria para proseguir con la carga de hidratos. Allí habiamos quedado con algunos de los Calambres de Levante (Santino, Afri, Mamba, Jarvi, Buddy, Jag, PacoM, Chuchi...). Buddy, alma mater de la fiesta, se encargó de que la cuenta se disparase a base de Mugas, güisquises y demás pero se lo perdonamos. Ya tiene bastante el chaval con tener que ponerse esas camisetas, jejeje.
A la 1 de la mañana el Imán y el Camarlengo a lomos del Picachu se fueron a mimir a Santa Pola, que al día siguiente había que madrugar y no era cuestión de irse de farra. Aquí hemos venido a pedalear ¿no?

Sábado 3 de Marzo
Jimmy Page y Robert Plant nos guiaron de buena mañana al punto de encuentro con algunos Calambres para acudir arrejuntados al origen de la ruta. Está claro que a los ilicitanos la mezcla de alcohol y coche no les sienta bien; 3 accidentes vimos en media hora, con palmera arrancada a base de bemeuvazo incluida.
Llegamos on-time a la Zona-Z. Comenzamos a preparar las máquinas, a saludar y charlar con viejos y nuevos conocidos, a hacer piruetas con las bicis... hasta que al Nardi's Car le dió por perder aceite cuando nadie se lo había pedido expresamente. El caso es que entre ponte bien, estate quieta, llama al seguro, que me quedo, que te vienes arrancamos a pedalear. Y como no... p'arriba. Los pulsómetros (al menos el mio) empezaron a sacar humo, los cambios se fueron ajustando proporcionalmente a la altura alcanzada, y las conversaciones se fueron transformando en jadeos. En la ascensión se iban viendo las primeras averías medio-serias (un sillín petao...).
Pronto tuvimos delante la primera bajada del día. Del pelotón empezamos a bajar con cuentagotas por unas zetas empinadas con firme suelto que sentaron de maravilla después de las rampas iniciales. Pocos hicimos el escalón intermedio y la presencia de las cámaras digitales envalentonaron a algunos friraiders que le tiraron al último escalón. Aquí Gary tomó el mando de la situación y la pole position de una tacada y empezó a estirar el pelotón por una senda en constante subida muy entretenida y divertida entre pinos. Se empezó a escuchar a Ga-Roolez por el walky pedir que nos parásemos (sería la tónica de la primera mitad de la ruta) así que al inicio de la segunda bajada del día nos reagrupamos mientras se reparaba la patilla rota de una Espesialais.
La segunda bajada fue una sucesión de zetas y bádenes (muy mal colocados por cierto) que dieron con los huesos y la mano de un descentrado Nardy en el suelo con resultado de dos puntazos en la palma de la mano y que lo apartarían del resto de las rutas (que no de las pre y post-rutas gracias a mí, o sea gracias a dios) del fin de semana. Después de dejar a Nayo con Jdov en el Jóspital nos fuimos a enfrentarnos con la subida del día... ¡Las Murallas! Por dios (o sea, por mí) qué jartón de curvas, de rampones, de pulsaciones, de calores... Aquí Jarvikitel, Rosita y yo hicimos piña y acompañados a ratos por Ga-Roolez imprimimos un ritmo majo que nos llevaría a la pista de empalme que nos dejaría a las puertas del Ismael. A lo que llegamos nosotros ya había peña que se había tirado p'abajo (putas prisas...) así que se perdieron la exhibition de Dani Cegarra. Unos invertidos y unos botes que de haberlos hecho yo hubiesen sido menos invertidos y más divertidos, jejeje. Se nota que el chaval es campeón del mundo porque todo le salía bien, qué cabronazo. Una vez humillados y con el rabo entre las piernas (como de costumbre) empezamos a bajar el Ismael. Arrrrffffff.... a rueda de Gary fuimos dando cuenta de las curvas, las piedras, los saltos y los barranquetes hasta que llegamos abajo para volver a reagruparnos.
Y de nuevo costarrón p'arriba, esta vez por pista buena para hacer la cuarta bajada del día; la Sima. En esta no había piedras sino una senda serpenteante con zetas cerradas y buen firme para disfrutar con las trazadas.. y con el salto en la roca final (dos veces, jejeje).
Al final y viendo que el agua escaseaba, que los ánimos flaqueaban y que hacía calorcete decidimos tirar a un garito a "rellenar los camelbás". Viendo que el zumo de cerveza es más sano para el colesterol decidimos pasar del agua y meternos un tercio entre pecho y espalda más a gusto que un tonto con un lápiz. Así nos fue, que después tocaba remontar por pista y me parece que se nos atragantó a todos. Bueno, a Rosa creo que no porque me adelantó en uno de los repechos derrapando mientras me decía algo como "sígueme si puedes, escoria humana".
Al final y sin llegar a coronar las antenas Gary y Ga-Roolez (que había sufrido unos calambrazos al inicio de la ascensión e iba perjudicao. Rulez ha petao, Rulez ha petao, Ruuuulez ha peeetaaooooo) decidieron tirar para los coches por los toboganes, una senda rápida con pequeños saltos que nos dejaron buen sabor de boca a todos menos al Ayatollah, jejeje.
Ya en los coches nos dedicamos al bebercio y a las despedidas de los que no repetirían ruta dominguera.
Una vez resarcidos los hidratos consumidos y alguno más me fui con el Ayatollah, Jarvi y los Castrones a Torre Pacheco donde nos esperaba un piscinaco gentileza de Gary (gracias por todo, compañero), unas cervecillas más buenas que la ostia y apretando que tocaba pillar el coche para ir a cenar.
Cenica de batalla en el Trabuco con pasta, pechugas (a ver quien pedía emperador mirando a los ojos de la camarera) y de postre peras, flanes o naranja para el Imán si la camarera se la pelaba. Al final resultó que no se la peló pero se comió la naranja. Julinchi se quitaba el sabor de un orujo con otro (así le fue) y al final acabamos viendo el eclipse apretándonos p'adentro unos afiladores.

Domingo 4 de Marzo
Desayuno a base de tostadas y cafeses con leche en el Zorro (que de zorro tenía poco) y de nuevo on-time en la zona de despegue. Más viejos conocidos que saludar y gente nueva que nos iba a acompañar por el Calblanque.
La ruta comenzó llaneando por pista hasta una urbanización en donde ya aparecieron las primeras rampas, para ir abriendo boca. Esta vez los walkis y el buen hacer de los organizadores evitaron las desbandadas iniciales del día anterior y conseguimos rodar en grupo casi toda la jornada.
Tras la urbanización pillaríamos una senduca que entre pinos nos llevaría hasta la primera rampa importante de la jornada que nos lsubiría hasta a la Batería de Cenizas. Aguanté como pude en el grupo cabecero durante toda la subida. Venancio me explicaba la historia de Portman (el tio de Natalie) mientras yo me ocupaba de no sobrepasar las 200 pulsaciones. Estos americanos son una panda de cebrones de cuidao. Las vistas de la Manga eran espectaluznantes a pesar de la neblina. Murci también me acompañó un buen rato en los tramos finales y creo que pasé con él por debajo del arco del fuerte. Vaya pasada, aunque no estaba como para parar a hacerme fotos.
Una vez arriba pudimos comprobar cómo los murcianos cubren el mar con algodones para evitar la evaporación por calor. Tela con los ingenieros, cómo discurren.
Los cañones dieron juego para lo de siempre; enriquecer a los fabricantes de tarjetas de memoria. "Ahora con las manos arriba", "Ahora para un lado", "Ahora para el otro"... Aquello parecía un concierto de Chenoa en vez de una reunión de tip@s dur@s.
Una vez que nos recuperamos de la subida y del impacto visual del algodonal murciano decidimos tirarnos p'abajo.
La primera bajada del día serían las Zetas. Impresionante. Unas curvas cerradísimas entre pinos que había que tomar con sangre fria, equilibrio y a 2 por hora para no descoñarte. A rueda del gran Gary dimos p'al pelo a toda la bajada sin penalizaciones (alguno se empeñó en hacer Supermanes y cosas raras por detrás) y paramos a reagruparnos para ir a por la segunda parte de la bajada, esta vez con niebla. A mi me parecía estar rodando por Navarra, lo juro. La senda se dejaba rodar a velocidades de espanto. Sólo había que esquivar a los árboles que se te abalanzaban en las curvas.
Sin contratiempos llegamos a la carretera. Allí nos reagrupamos de nuevo. Mientras Venancio me volvió a explicar, esta vez in-situ, la barbaridad organizada por los seguidores de Bush. Qué penaaaa...
Y como ya habíamos bajado bastante tocaba subir de nuevo. Aquí el grupete de dividió; unos tiramos por la calzada romana (gracias, Venancio) y los demás subieron por carretera.
Lo de la calzada romana fue, con diferencia, lo mejor de la ruta. Un continuo equilibrio entre tracción, equilibrio y velocidad para no quedarte cortado que puso los pulsómetros de nuevo al límite. Están locos estos romanos.
Una vez arriba volvimos por la primeras sendas hasta el parking donde algunos rellenamos agua y otros aprovecharon para acortar ruta y despedirse.
Ya sólo quedaba la trialera del Calblanque así que todaba subir un ratillo por senduca. Casi estaba tirándome para abajo con protecciones y todo cuando de repente apareció Iogrea diciendo que había perdido el GPS. "Copón, te acompaño a buscarlo", así que con protecciones y el sillín bajao enfilamos de nuevo hasta el parking y de nuevo hasta arriba sin resultados positivos. Una penica. Arriba nos esperan Gory y Alexandros con los que disfrutamos como enanos de la trialera del día. Unas vistas impresionantes y una sensación acojonante la de estar viendo el mar a tus pieses (un par de cienes de metros más abajo,e so sí).
Y desde abajo pista p'arriba cruzándonos con algún ¡¡¡¡COOOOOCHEEEEEE!!! (jejeje) y un último tramo de senda puñetera que no dejaba de subir y que nos dejó de nuevo en los coches.
Abracicos a los organizadores, recogida rápida de bártulos y ale, a por el caldero, que se enfría.
De la comida mejor no hablar porque me va a entrar el hambre a las 10 y media y no es cuestión. Pero vamos, que estaba más bueno que el copón el famoso caldero.
Tras la exhibición de dani Cegarra los mandrileños encaran la vuelta a la capi, los espuñeros también y los Castrones, Cartagineses y Viejos Troncos nos volvimos a Torre Pacheco a ver Superman abrazados a unas merecidas cervezas. Clar Kent iluminó a un extasiado Fran que en modo "Santa Teresa de Jesús" soltó la que sería la frase del finde... "¿Os habéis dado cuenta de que los buenos siempre van hacia arriba y los malos no?". Dicho esto y tras el descojone general y las ducha correspondiente nos fuimos a cenar a la pizzería Pinocho, y de allí al sobre.

Lunes 5 de Marzo
San Nardi de la Bomba Petada, patrón de los Castrones, nos permitió disfrutar de un día más de bici. Alabado sea, amén.
Ocho aguérridos y valientes bikers comandados por IceFork y por Garypalmer nos acercamos a disfrutar de la famosa Croqueta.
La ruta empezó bajando por una pista rápida hasta La Unión (donde nació Rafa Sanchez, el del Hombre Lobo) sin mucha historia. A partir de aquí tocaba subir a ritmico por pista y disfrutando de la compañía. Para ser el tercer día consecutivo de jodienda bieletera me encontraba muy bien. eso debe ser bueno.
Pronto llegamos a la zona del "campilo". Primeras bajadas y a Pol se le ocurre hacer un campeonato de subidas "a ver quien es capaz de llegar más arriba". macagüentodoloquesemenea, esot no se dice dos veces. Al final acabó ganando Arturbo, aunque claro, con horquillas del carreful ya se puede. Vamos avanzando por una senda muy chula con saltos y llegamos a la Croqueta. Antes de que nadie me diga nada y sin calzarme las protecciones para no levantar sospechas me tiro p'abajo. Ole ole ole, no tiene nada. Desde abajo oigo como el resto taladra a Pol para que se tire controlando con el freno trasero, apoyando el culo en la cubierta trasera, pillando la rodera buena... Por dios (o sea, por mi) ¿yo he hecho todo eso? Juraría que sólo me he dejado caer... Finalmente menos un precavido Gary y un Fran con la mente en otro sitio (posiblemente por el momentazo Santa Teresa de ayer) que se dejan la Croqueta para otra ocasión nos tiramos todos los restantes. Pol y yo le damos a un mini cortadico mientras la peña reune los güevos necesarios para tirarse por la pared para ir haciendo tiempo.
Ya una vez pasada la Croqueta seguimos por la senduca y en la zona del famoso salto de Ga-Roolez es donde tito Pol pasa a convertirse en el Capitán Croqueta. Yo que ví el talegazo desde abajo (lástima no llevar la cámara...) reconozco que fue para ganar "Vídeos de Primera", "Impacto TV" y arrasar en los zappin. Risas, chanzas y alguna queja (pequeña, como buen Castrón) y llegamos al final de la zona Croqueta.
De nuevo empezamos a subir por pistarra tranquilamente para ir a parar a la zona del "Volcán", que se convertiría en la última bajada de la Quedada.
El Volcán es una ladera con aspecto lunar con pedrolos del tamaño de puños, una inclinacoión del 20% y más larga que un día sin pan. No se podía fallar con los frenos, estaba claro. Así que p'abajo, que para eso hemos venido. Sólo Citriquito (el ántes conocido como Naranjito) pilla parcela en el Volcán.
Y de allí por carretera a los coches.
Una vez en Torre Pacheco dejé a los Castrones en la piscina con una cervecica en la mano (como no podía ser de otra manera), a Gary enganchado al móvil (De nuevo GRACIAS POR TODO, compañero) y a Citriquito en la ducha y me volví para Mañolandia en busca del cierzo.
Un abrazo para tod@s los que hemos compartido estos días. En especial para Garypalmer, Rosa, Roolez (Sois los mejores partenaires que podíamos encontrar). Os quiero, tontolabas.