08 marzo 2007

Dos Viejos Troncos tierras levantinas

Viernes 2 de Marzo
Núnca me había costado tan poco llegar desde Zaragoza hasta Elx ¿será porque era la primera vez que lo hacía? Siguiendo las directrices del Ayatollah me presenté puntual a la cita en el Aljub con el Picachu, la Heckler, el macuto y unas ganas enormes de pedalear después un mes dedicado íntegramente al esquí. Tras las cervezas de rigor con Jarvikitel, sus esposas y crios en una terracica y en manga corta (en marzo, puto cambio climático) nos fuimos a cenar a una pizzeria para proseguir con la carga de hidratos. Allí habiamos quedado con algunos de los Calambres de Levante (Santino, Afri, Mamba, Jarvi, Buddy, Jag, PacoM, Chuchi...). Buddy, alma mater de la fiesta, se encargó de que la cuenta se disparase a base de Mugas, güisquises y demás pero se lo perdonamos. Ya tiene bastante el chaval con tener que ponerse esas camisetas, jejeje.
A la 1 de la mañana el Imán y el Camarlengo a lomos del Picachu se fueron a mimir a Santa Pola, que al día siguiente había que madrugar y no era cuestión de irse de farra. Aquí hemos venido a pedalear ¿no?

Sábado 3 de Marzo
Jimmy Page y Robert Plant nos guiaron de buena mañana al punto de encuentro con algunos Calambres para acudir arrejuntados al origen de la ruta. Está claro que a los ilicitanos la mezcla de alcohol y coche no les sienta bien; 3 accidentes vimos en media hora, con palmera arrancada a base de bemeuvazo incluida.
Llegamos on-time a la Zona-Z. Comenzamos a preparar las máquinas, a saludar y charlar con viejos y nuevos conocidos, a hacer piruetas con las bicis... hasta que al Nardi's Car le dió por perder aceite cuando nadie se lo había pedido expresamente. El caso es que entre ponte bien, estate quieta, llama al seguro, que me quedo, que te vienes arrancamos a pedalear. Y como no... p'arriba. Los pulsómetros (al menos el mio) empezaron a sacar humo, los cambios se fueron ajustando proporcionalmente a la altura alcanzada, y las conversaciones se fueron transformando en jadeos. En la ascensión se iban viendo las primeras averías medio-serias (un sillín petao...).
Pronto tuvimos delante la primera bajada del día. Del pelotón empezamos a bajar con cuentagotas por unas zetas empinadas con firme suelto que sentaron de maravilla después de las rampas iniciales. Pocos hicimos el escalón intermedio y la presencia de las cámaras digitales envalentonaron a algunos friraiders que le tiraron al último escalón. Aquí Gary tomó el mando de la situación y la pole position de una tacada y empezó a estirar el pelotón por una senda en constante subida muy entretenida y divertida entre pinos. Se empezó a escuchar a Ga-Roolez por el walky pedir que nos parásemos (sería la tónica de la primera mitad de la ruta) así que al inicio de la segunda bajada del día nos reagrupamos mientras se reparaba la patilla rota de una Espesialais.
La segunda bajada fue una sucesión de zetas y bádenes (muy mal colocados por cierto) que dieron con los huesos y la mano de un descentrado Nardy en el suelo con resultado de dos puntazos en la palma de la mano y que lo apartarían del resto de las rutas (que no de las pre y post-rutas gracias a mí, o sea gracias a dios) del fin de semana. Después de dejar a Nayo con Jdov en el Jóspital nos fuimos a enfrentarnos con la subida del día... ¡Las Murallas! Por dios (o sea, por mí) qué jartón de curvas, de rampones, de pulsaciones, de calores... Aquí Jarvikitel, Rosita y yo hicimos piña y acompañados a ratos por Ga-Roolez imprimimos un ritmo majo que nos llevaría a la pista de empalme que nos dejaría a las puertas del Ismael. A lo que llegamos nosotros ya había peña que se había tirado p'abajo (putas prisas...) así que se perdieron la exhibition de Dani Cegarra. Unos invertidos y unos botes que de haberlos hecho yo hubiesen sido menos invertidos y más divertidos, jejeje. Se nota que el chaval es campeón del mundo porque todo le salía bien, qué cabronazo. Una vez humillados y con el rabo entre las piernas (como de costumbre) empezamos a bajar el Ismael. Arrrrffffff.... a rueda de Gary fuimos dando cuenta de las curvas, las piedras, los saltos y los barranquetes hasta que llegamos abajo para volver a reagruparnos.
Y de nuevo costarrón p'arriba, esta vez por pista buena para hacer la cuarta bajada del día; la Sima. En esta no había piedras sino una senda serpenteante con zetas cerradas y buen firme para disfrutar con las trazadas.. y con el salto en la roca final (dos veces, jejeje).
Al final y viendo que el agua escaseaba, que los ánimos flaqueaban y que hacía calorcete decidimos tirar a un garito a "rellenar los camelbás". Viendo que el zumo de cerveza es más sano para el colesterol decidimos pasar del agua y meternos un tercio entre pecho y espalda más a gusto que un tonto con un lápiz. Así nos fue, que después tocaba remontar por pista y me parece que se nos atragantó a todos. Bueno, a Rosa creo que no porque me adelantó en uno de los repechos derrapando mientras me decía algo como "sígueme si puedes, escoria humana".
Al final y sin llegar a coronar las antenas Gary y Ga-Roolez (que había sufrido unos calambrazos al inicio de la ascensión e iba perjudicao. Rulez ha petao, Rulez ha petao, Ruuuulez ha peeetaaooooo) decidieron tirar para los coches por los toboganes, una senda rápida con pequeños saltos que nos dejaron buen sabor de boca a todos menos al Ayatollah, jejeje.
Ya en los coches nos dedicamos al bebercio y a las despedidas de los que no repetirían ruta dominguera.
Una vez resarcidos los hidratos consumidos y alguno más me fui con el Ayatollah, Jarvi y los Castrones a Torre Pacheco donde nos esperaba un piscinaco gentileza de Gary (gracias por todo, compañero), unas cervecillas más buenas que la ostia y apretando que tocaba pillar el coche para ir a cenar.
Cenica de batalla en el Trabuco con pasta, pechugas (a ver quien pedía emperador mirando a los ojos de la camarera) y de postre peras, flanes o naranja para el Imán si la camarera se la pelaba. Al final resultó que no se la peló pero se comió la naranja. Julinchi se quitaba el sabor de un orujo con otro (así le fue) y al final acabamos viendo el eclipse apretándonos p'adentro unos afiladores.

Domingo 4 de Marzo
Desayuno a base de tostadas y cafeses con leche en el Zorro (que de zorro tenía poco) y de nuevo on-time en la zona de despegue. Más viejos conocidos que saludar y gente nueva que nos iba a acompañar por el Calblanque.
La ruta comenzó llaneando por pista hasta una urbanización en donde ya aparecieron las primeras rampas, para ir abriendo boca. Esta vez los walkis y el buen hacer de los organizadores evitaron las desbandadas iniciales del día anterior y conseguimos rodar en grupo casi toda la jornada.
Tras la urbanización pillaríamos una senduca que entre pinos nos llevaría hasta la primera rampa importante de la jornada que nos lsubiría hasta a la Batería de Cenizas. Aguanté como pude en el grupo cabecero durante toda la subida. Venancio me explicaba la historia de Portman (el tio de Natalie) mientras yo me ocupaba de no sobrepasar las 200 pulsaciones. Estos americanos son una panda de cebrones de cuidao. Las vistas de la Manga eran espectaluznantes a pesar de la neblina. Murci también me acompañó un buen rato en los tramos finales y creo que pasé con él por debajo del arco del fuerte. Vaya pasada, aunque no estaba como para parar a hacerme fotos.
Una vez arriba pudimos comprobar cómo los murcianos cubren el mar con algodones para evitar la evaporación por calor. Tela con los ingenieros, cómo discurren.
Los cañones dieron juego para lo de siempre; enriquecer a los fabricantes de tarjetas de memoria. "Ahora con las manos arriba", "Ahora para un lado", "Ahora para el otro"... Aquello parecía un concierto de Chenoa en vez de una reunión de tip@s dur@s.
Una vez que nos recuperamos de la subida y del impacto visual del algodonal murciano decidimos tirarnos p'abajo.
La primera bajada del día serían las Zetas. Impresionante. Unas curvas cerradísimas entre pinos que había que tomar con sangre fria, equilibrio y a 2 por hora para no descoñarte. A rueda del gran Gary dimos p'al pelo a toda la bajada sin penalizaciones (alguno se empeñó en hacer Supermanes y cosas raras por detrás) y paramos a reagruparnos para ir a por la segunda parte de la bajada, esta vez con niebla. A mi me parecía estar rodando por Navarra, lo juro. La senda se dejaba rodar a velocidades de espanto. Sólo había que esquivar a los árboles que se te abalanzaban en las curvas.
Sin contratiempos llegamos a la carretera. Allí nos reagrupamos de nuevo. Mientras Venancio me volvió a explicar, esta vez in-situ, la barbaridad organizada por los seguidores de Bush. Qué penaaaa...
Y como ya habíamos bajado bastante tocaba subir de nuevo. Aquí el grupete de dividió; unos tiramos por la calzada romana (gracias, Venancio) y los demás subieron por carretera.
Lo de la calzada romana fue, con diferencia, lo mejor de la ruta. Un continuo equilibrio entre tracción, equilibrio y velocidad para no quedarte cortado que puso los pulsómetros de nuevo al límite. Están locos estos romanos.
Una vez arriba volvimos por la primeras sendas hasta el parking donde algunos rellenamos agua y otros aprovecharon para acortar ruta y despedirse.
Ya sólo quedaba la trialera del Calblanque así que todaba subir un ratillo por senduca. Casi estaba tirándome para abajo con protecciones y todo cuando de repente apareció Iogrea diciendo que había perdido el GPS. "Copón, te acompaño a buscarlo", así que con protecciones y el sillín bajao enfilamos de nuevo hasta el parking y de nuevo hasta arriba sin resultados positivos. Una penica. Arriba nos esperan Gory y Alexandros con los que disfrutamos como enanos de la trialera del día. Unas vistas impresionantes y una sensación acojonante la de estar viendo el mar a tus pieses (un par de cienes de metros más abajo,e so sí).
Y desde abajo pista p'arriba cruzándonos con algún ¡¡¡¡COOOOOCHEEEEEE!!! (jejeje) y un último tramo de senda puñetera que no dejaba de subir y que nos dejó de nuevo en los coches.
Abracicos a los organizadores, recogida rápida de bártulos y ale, a por el caldero, que se enfría.
De la comida mejor no hablar porque me va a entrar el hambre a las 10 y media y no es cuestión. Pero vamos, que estaba más bueno que el copón el famoso caldero.
Tras la exhibición de dani Cegarra los mandrileños encaran la vuelta a la capi, los espuñeros también y los Castrones, Cartagineses y Viejos Troncos nos volvimos a Torre Pacheco a ver Superman abrazados a unas merecidas cervezas. Clar Kent iluminó a un extasiado Fran que en modo "Santa Teresa de Jesús" soltó la que sería la frase del finde... "¿Os habéis dado cuenta de que los buenos siempre van hacia arriba y los malos no?". Dicho esto y tras el descojone general y las ducha correspondiente nos fuimos a cenar a la pizzería Pinocho, y de allí al sobre.

Lunes 5 de Marzo
San Nardi de la Bomba Petada, patrón de los Castrones, nos permitió disfrutar de un día más de bici. Alabado sea, amén.
Ocho aguérridos y valientes bikers comandados por IceFork y por Garypalmer nos acercamos a disfrutar de la famosa Croqueta.
La ruta empezó bajando por una pista rápida hasta La Unión (donde nació Rafa Sanchez, el del Hombre Lobo) sin mucha historia. A partir de aquí tocaba subir a ritmico por pista y disfrutando de la compañía. Para ser el tercer día consecutivo de jodienda bieletera me encontraba muy bien. eso debe ser bueno.
Pronto llegamos a la zona del "campilo". Primeras bajadas y a Pol se le ocurre hacer un campeonato de subidas "a ver quien es capaz de llegar más arriba". macagüentodoloquesemenea, esot no se dice dos veces. Al final acabó ganando Arturbo, aunque claro, con horquillas del carreful ya se puede. Vamos avanzando por una senda muy chula con saltos y llegamos a la Croqueta. Antes de que nadie me diga nada y sin calzarme las protecciones para no levantar sospechas me tiro p'abajo. Ole ole ole, no tiene nada. Desde abajo oigo como el resto taladra a Pol para que se tire controlando con el freno trasero, apoyando el culo en la cubierta trasera, pillando la rodera buena... Por dios (o sea, por mi) ¿yo he hecho todo eso? Juraría que sólo me he dejado caer... Finalmente menos un precavido Gary y un Fran con la mente en otro sitio (posiblemente por el momentazo Santa Teresa de ayer) que se dejan la Croqueta para otra ocasión nos tiramos todos los restantes. Pol y yo le damos a un mini cortadico mientras la peña reune los güevos necesarios para tirarse por la pared para ir haciendo tiempo.
Ya una vez pasada la Croqueta seguimos por la senduca y en la zona del famoso salto de Ga-Roolez es donde tito Pol pasa a convertirse en el Capitán Croqueta. Yo que ví el talegazo desde abajo (lástima no llevar la cámara...) reconozco que fue para ganar "Vídeos de Primera", "Impacto TV" y arrasar en los zappin. Risas, chanzas y alguna queja (pequeña, como buen Castrón) y llegamos al final de la zona Croqueta.
De nuevo empezamos a subir por pistarra tranquilamente para ir a parar a la zona del "Volcán", que se convertiría en la última bajada de la Quedada.
El Volcán es una ladera con aspecto lunar con pedrolos del tamaño de puños, una inclinacoión del 20% y más larga que un día sin pan. No se podía fallar con los frenos, estaba claro. Así que p'abajo, que para eso hemos venido. Sólo Citriquito (el ántes conocido como Naranjito) pilla parcela en el Volcán.
Y de allí por carretera a los coches.
Una vez en Torre Pacheco dejé a los Castrones en la piscina con una cervecica en la mano (como no podía ser de otra manera), a Gary enganchado al móvil (De nuevo GRACIAS POR TODO, compañero) y a Citriquito en la ducha y me volví para Mañolandia en busca del cierzo.
Un abrazo para tod@s los que hemos compartido estos días. En especial para Garypalmer, Rosa, Roolez (Sois los mejores partenaires que podíamos encontrar). Os quiero, tontolabas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buena salida la que habeis hecho. Me ha encantado la historieta y pedazo de foto la que se ve todo cubierto por las nubes. Que envidia me habeis dado, a ver si me recupero y empiezo a salir con mi bici, que ya van para 4 meses sin montarla y ya va siendo hora. saludos desde elche.

José Vera dijo...

¿Y quien eres?...
Bueno, pues eso, a recuperarse que seguro que nos vemos en otra por esas tierras.