09 febrero 2006

Calcetos Guaterpruf (por Juan Ignacio Garcia de Pedro)

Cansado de marear los pieses por los caminos invernales acabé entrando a comprar a colación de una estupidez que más tiene que ver con lo bien que hacen las cosas en CAMEL que con lo poco que mi cabeza da de si.
El caso es que ahora está de moda el tema de cronometrar lo que tarda un tío en levantar un Ferrari (20 segundos) o lo que le pesa el alma al más cabrón de los cabrones que pisan el planeta tierra (21 gramos) o lo que pesa la papela de perico que lleva nosequién en el bolso (... no, eso no). Así que ebrio de alegría por mi reciente paternidad y seguro de poder gastar más pasta de la que se debe me acerco al dependiente (todos le conocemos... vamos, todos... todos los de Madrid) y le pregunto por unos calcetines de invierno a toda prueba.
Mirada relumbrona, risita en la comisura de los labios y con un modulado tono de voz me responde:
- Hombre... completamente impermeables no son.
- ¿Cómo? ¿qué dices de impermeables?.
El buen hombre me enseña unos calcetines con una pinta cojonuda que extrae de una caja y sin mostrarme el precio me advierte de que son una pasada de caros.
Los toco, flipo... que están muy bien y que molan mazo, pero...
- ¿Cuanto dices que se apellidan?.
En ese momento me da una coz con las cuerdas vocales que apenas logra mantenerme en pié... la mirada me tiembla y veo que las mercancías expuestas en las estanterías hacer mágicos y sensuales bailes mientras un Batemancito pequeño vestido de blanco en mi izquierda me susurra moderación y recato con la Visa... que te van a matar.
- ¿50€ el par? ¡No jodas!.
- Yo no me los compraba, me dijo... yo prefiero comprar unas buenas botas y listo.
Y tanto, pensé, listo que te cagas... con 156€ yo me las compraba también. Y si fuera listo se la vendía a este.
Así que como un gilipollas que no sabe lo que es la psicología invertida caigo y me voy al mostrador para pagar por los calcetines y dos chorradas más. Eso sí, me han asegurado que son guaterpruf durante 15 segundos.
El B.B.T. lo que tiene es que es muy comunicativo, así que al salir de la tienda faltó tiempo para marcar a mi asesor de ropa técnica y comentarle... entre carcajadas histéricas, que la ocasión lo merece, el experimento que luego despues iba a realziar en casa. Os adelanto que si aguantan 15 segundos. Pero depende del chaparron que sea.
Si abres la puerta de casa 30 minutos después de lo que se espera, además de haber contribuido muy poco a la paz social, lo más seguro es que los dioses Lares, que dirían los romanos, empiecen a olisquear y a malmeter para que pilles.
En la seguridad de que eso no le va a ocurrir a un avezado biker lo que hago es meter el fruto de mi delito dentro del maletín Samsonite donde guardo el portatil que con su cerradura que te cagas no se va a ver.
De puta madre... eres un crack!. Giro la llave, entro con cara de preocupado, besos a Hugo, a mi Santa, al perro y al mundo entero... que ya llegué y os quiero, que de puta madre.... No se ha enterao.
Como las putas voy callandito a mi reducto de la terraza cubierta donde tengo mágia y recuerdos de biker. Donde soy el rey de mis recuerdos y donde... con mucho sigilo, se puede trastear en lo que te gusta sin que nadie te recrimine por nada. Así que le pongo la boquilla con forma de codo a mi nueva M.U.L.E. de 2006 y retiro la vieja (si solo tiene 15 o 16 tragos!).
En la seguridad de que nadie me ve saco el producto de mi lascivia del maletín. Los calcetites fiftin secon guaterpruf!. Que rebonitos que son... a ver... a ver... si la santa está cerca. (Ruidos de jaleo con Hugo y Bocata).
- Perfecto; Son de mi talla y son cómodos.
- Calzan con mis Canondale como un guante.
Ahora viene el guaterpruf... 15 segundos dicen que eran!. A probar. Camuflo en la entrepierna el par y me meto la funda en el maletín. Cojonudo... no hay pruebas.
- ¡Cariiiiiiiiiiiiiii!
- ¿Qué?. Me responde desde la cocina.
- Me voy a pegar una duchita rápida y te ayudo a preparar la cena.
- Vaaaaaaaaaaale.
Y cierro la puerta del baño.
I Feel Good...... ¡Tararararara! ¡Tooooooooma Jaime Marrón! ¡No se ha coscao!. A la ducha.
Introduzco mi pié y luego mi otro pié. Así que cierro la mampara y le doy al agua.
1, 2, 3, 4, 5...
- No hay agua que valga. Pienso... y es verdad, no se nota nada el agua ¡Los calcetines funcionan!
6, 7, 8, 9, 10...
- Son perfectos, porque no entra el agua. Eso hace que en 10 segundos yo ya haya pasado por el charco sin dificultad montado o muy deprisa si voy andando. Creo que la verdad, son muy muy buenos y no me arrepiento de coprarlos.
11, 12, 13...
Luz que se apaga del baño y puerta que se abre.
- ¿Estas aquí? ¿Me quieres explicar esto? ¿Qué te crees? ¿Que vamos a estar aquí con los gastos del niño mientras que el señor se compra calcetines de 50€?.
14, 15, 16, 17, 18...
- Si no son calcetines, son escarpines para las zapatillas de la bici, pero se ponen por dentro.
19, 20, 21, 22, 23...
Agua por la mitad de la pantorrilla. No tengo los pies mojados.
- Mira... ¡no me toques las narices! ¡Cuando salgas de la ducha si quieres hablamos!.
- No te enfades cari... que es que hace mucho frio cuando salgo a montar en bici.
- Calcetines... ¡el tío cabrito!
- Mira... me estoy bañando con ellos para probarlos y no me mojo.
Cuando saqué los calcetines de la bañera y se los enseñé lo único que vi fue su espalda y escuché un portazo precedido de un: - Toldiaquicomounaimbecil!.
A día de hoy certifico que son muy calentitos, que son resistentes la agua alrededor de 45 segundos bien contados (probé dos veces y entre una y otra sequé el agua) y que lo unico que dura 15 segundos es el chaparron de la mujer.

1 comentario:

Chete Vega dijo...

Dios, que bueno.
esto sí que ha sido aplomo.
ánimo y si ves que empapan compra unos de Goretex.

Ayyyy, que casi me muero